sábado, 28 de septiembre de 2013

Dios es más grande que nuestros temores


Texto: Isaías 43:1-9 

Introducción:
Cuando Isaías escribió estas palabras el pueblo de Dios se encontraba cautivo en Babilonia. Su ciudad estaba prácticamente destruida y sólo quedó desorden, ruinas.
Muchos hombres y mujeres murieron; esposos tuvieron que ver como sus esposas eran violadas; otros como sus hijos eran arrancados de sus brazos, etc.
El pueblo estaba respirando un aire de derrota; miraban sus aspiraciones rotas: sus sueños fueron eliminados, su energía desgastada y su futuro su futuro se veía oscuro.
Fue en esta atmósfera que el salmista escribió el salmo 137, en el cual se describe el desconsuelo del pueblo en el cautiverio.

Lamento de los cautivos en Babilonia
Junto a los ríos de Babilonia,  Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sion. Psa 137:2  Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas. Psa 137:3  Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,  Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.

 Psa 137:4  ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová En tierra de extraños? Psa 137:5  Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza. Psa 137:6  Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no enalteciere a Jerusalén Como preferente asunto de mi alegría.

Psa 137:7  Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén,  Cuando decían: Arrasadla, arrasadla  Hasta los cimientos. Psa 137:8  Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el que te diere el pago De lo que tú nos hiciste. Psa 137:9  Dichoso el que tomare y estrellare tus niños Contra la peña.

Es en medio de esta situación de desconsuelo y desesperanza que Dios le dice a su pueblo que no tienen por qué temer porque Él es más grande que sus circunstancias; El es más grande que sus enemigos; El es más grande Que sus temores. 

En este pasaje Dios nos presenta cuatro razones por las cuales el pueblo de Dios no debe temer. ¿Por qué el pueblo de Dios no debe temer? 

I. Porque somos hechura especial de Dios (v.1) 

Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”

La palabra “formador” que aparece en el versículo 1, es traducida en la Biblia de Jerusalén como “plasmador”. La palabra que se usa aquí es la misma que se usa en Ge 2:7, donde dice que Dios “formó al hombre del polvo de la tierra” El salmo 139:13-16, también nos presenta una hermosa descripción de la actividad y cuidado de Dios en nuestra creación.

Psa 139:13  Porque tú formaste mis entrañas;  Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Psa 139:14  Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;  Estoy maravillado,  Y mi alma lo sabe muy bien. Psa 139:15  No fue encubierto de ti mi cuerpo,  Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Psa 139:16  Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas  Que fueron luego formadas,  Sin faltar una de ellas”.

El creyente no debe temer porque él no es un accidente de la naturaleza, ni llegó a este mundo por error. Independientemente de lo que creamos, hemos salido de las manos de un Dios sabio, que nos ha creado con un propósito: “para que seamos para alabanza de su gracia”. Hay una segunda razón por la que el creyente no debe temer: 

II. Porque Dios ha prometido estar presente en medio de los mayores peligros y dificultades (v.2) 

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.

No importa que tan grande sea la situación por la cual tú estés pasando:

  1. Que tu hogar se esté haciendo pedazos.
  2. Que tu matrimonio esté pasando por dificultades.
  3. Que tengas un ser querido en el lecho de muerte.
  4. Que sientas que nadie te comprende.
  5. Que tu situación económica se venga abajo.

No importa cuán amarga o difícil sea nuestra situación, Dios ha dicho que no nos ahogará y que el fuego no nos quemará. Pero también hay otra razón por la que el creyente no debe temer: 

III. Porque somos objetos de su amor especial (v.4) 

Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida”

Una de las declaraciones más hermosas del amor se encuentra en Cantares 8:7 “Las muchas aguas no podrán apagar el amor ni lo ahogaran los ríos”.
Pero una de las más impresionantes se encuentra en Óseas 11 donde se describe el inmutable amor de Dios hacia su pueblo obstinado.

Dios se compadece de su pueblo obstinado
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Hos 11:2  Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios.
Hos 11:3  Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba.

Hos 11:4  Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Hos 11:5  No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.
Hos 11:6  Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.

Hos 11:7  Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer.
Hos 11:8  ¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
Hos 11:9  No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.

Hos 11:10  En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente.
Hos 11:11  Como ave acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová.
Hos 11:12  Me rodeó Efraín de mentira, y la casa de Israel de engaño. Judá aún gobierna con Dios, y es fiel con los santos.


Siendo, pues, nosotros objetos de tal amor no hay razón para temer. Consideremos, en último lugar, otra razón por la que el creyente no debe temer. 

IV.  Porque Dios quitara todo obstáculo que impida que su pueblo alcance lo que Él ha prometido (v.19-20) 

“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Isa 43:20  Las fieras del campo me honrarán, los chacales y los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido”.

Luego de recordar a su pueblo los milagros que hizo en el pasado para llevarle a la tierra prometida, Dios promete convertir el desierto en un oasis.
No importa que tan árido parezca nuestro desierto, podemos tener la seguridad de que Dios, a su tiempo, lo convertirá en un oasis.

Josué tenía que superar sus miedos, y puesta su confianza en Dios, con esfuerzo y valentía debería de llevar a Israel hacia la tierra prometida, superando todos los obstáculos que se presentaran (Jos 1:9).
Josúe finalmente adentró a Israel a Canaan, lucharon contra sus enemigos y poseyeron la tierra, la distribuyeron según las tribus de Israel y “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel;  todo se cumplió”.

No hay obstáculos, por grande que parezca, que pueda impedir que el pueblo de Dios alcance la realización a la cual Él los ha llamado.
¨Pecado

¿Quieres ser parte del pueblo de Dios? Cristo es la solución.
Mateo 28:18-20

Efesios 2:11-22

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Como organizar biblicamente nuestra vida?


TEXTO: Nehemías 9:38, 10:1-39

INTRODUCCIÓN:
A.   Una breve descripción de la situación que llevó al pueblo al reconocimiento de la necesidad de organizar su vida de una manera bíblica.
B.   En este texto encontramos tres pasos indispensables que debe dar todo aquel que con seriedad quiera ordenar su vida para con Dios. 

I. DEBE ASUMIR UN COMPROMISO SERIO CON DIOS (9:38)

A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes”

COMPROMISO: Significa poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado y nuestra conciencia ha aceptado.

Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado hasta llegar al grado de sorprender, porque vive, piensa y proyecta sus energías para sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello que su reflexión le dicta.

Todos tenemos compromisos de diversa índole. Aún así, hay personas que esperan exista un contrato una promesa o una ineludible consecuencia para saberse en un compromiso. El verdadero compromiso nace desde nuestro interior y tiene como fundamento el conocimiento y la reflexión. No puede existir el compromiso desde la ignorancia.

El hecho de aceptar “formalmente” un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. La realidad es que creemos cumplir a conciencia por ajustarnos a un horario, obtener un sueldo, asistir a la escuela y estar un rato en casa. Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad, el egoísmo y la ignorancia.
No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son de los más importantes que tenemos:

-Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales; los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar. ¿Cuántas veces hemos cancelado un compromiso personal para estar con la familia? Normalmente sucede lo contrario. Parte del compromiso de ser padres, implica buscar la amistad de los hijos.
-Como esposos: Partiendo de la fidelidad como fundamento indispensable, hace falta avivar el amor y la comprensión, cuidar el aspecto personal ni más ni menos que antes del matrimonio, hacer pequeños obsequios, salir juntos al cine o a cenar, terminar una pequeña riña con un beso y un abrazo... Y tantos detalles que parecen olvidarse con el paso del tiempo.
-Como hijos: Además de la sinceridad, el respeto, las faenas asignadas en el hogar y el esfuerzo en los estudios, ¿qué otras cosas haces? Los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño, pequeños servicios y comprensión.
-Como amigos: ¿Nuestras amistades son “utilitarias”?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva. El mutuo afecto es estar pendiente de su bienestar personal y familiar.
-Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país o del mundo sin hacer algo para cambiarlo. Lo peor que nos puede suceder es creer que poco podemos hacer como si no fuéramos parte activa y necesaria del mismo. La reflexión nos dará la solución para poder poner nuestro compromiso para mejorar el mundo en el que vivimos.
-Como trabajadores: No olvidar procurar un ambiente amable y las buenas relaciones. Parte de nuestro compromiso es la actualización de conocimientos para el perfeccionamiento profesional.

Estos son solo unos pocos. ¡Cuántos son los compromisos y cuántas cosas implican! Si parece mucho, hemos vividos con los ojos cerrados a la responsabilidad y pensando sólo en recibir beneficios, con el temor a dar más de nosotros mismos, a dar más de lo que recibimos. Seamos honestos, en esto no existe temor sino egoísmo.

La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.

Debemos de tener muy claro que el compromiso no es real cuando surge de la obligación y la ignorancia. Nada mejor para ilustrar dicho comentario que una antigua fábula.

Con Dios no es diferente, debemos estar seriamente comprometidos con Dios, si queremos organizar, ordenar, nuestra vida. Pero este compromiso con Dios, conlleva previamente un tiempo de reflexión. Todo lo que observamos en el capitulo 9 no es mas que la reflexión que el pueblo hizo luego de ver sus vidas expuestas a la palabra de Dios. 
A.   Nehemías 10:1-27.
1.    Estas personas oraron al señor: “Señor, no queremos que esto sea una serie simple y vacía de palabras. Queremos que sea una promesa que quede fija. Declaramos nuestra dependencia de ti.
2.    ¡Firmaremos para probar que cumpliremos nuestra promesa¡”
B.   Uno de los grandes males que afecta nuestra sociedad es la falta de compromiso en todos los ordenes:
1.    En lo intelectual hoy día se habla de la muerte de los ideales, nuestra sociedad ha sepultado su compromiso con los ideales y prefiere vivir del pragmatismo.
2.    En el matrimonio se propugna por las uniones libres, sin atadura, sin compromiso.
3.    En el campo laboral es asombrosa la cantidad de personas que vive cambiando de trabajo, no precisamente por mejores reivindicaciones, sino por no asumir un compromiso serio con una institución.
4.    Lo lamentable de todo esto es que desgraciadamente este mismo espíritu ha entrado en la casa de Dios, y como consecuencia las iglesias están llenas de personas que no quieren asumir un compromiso serio con el Señor.


II. DEBEMOS ASUMIR LA DISTINCION (MARCAR LA DIFERENCIA) CON SERIEDAD Y DISCERNIMIENTO (v.28)

       “ Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento”

A.   Estas personas se propusieron ser diferente de los paganos que le rodeaban. Hay un verso que nos habla sobre lo que la mayoría piensa o hace, tenemos que entender que la mayoría no siempre tiene la razón (Ex 23:2).

“No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios”

B.   Hubo personas que estaban dispuestas a decir: “vamos a ser individuos distintos y nos preocuparemos realmente en cuanto a las cosas que realmente pertenecen a la vida”.
1.    No nos importa si cualquier otra persona del mundo vive en conformidad con esto, nosotros si viviremos.
2.    Este documento será nuestra guía.
3.    Nuestros hogares serán distintos.
4.    Nuestra filosofía de vida no será como la de los que viven fuera de estos muros, ni siquiera como la de algunos que viven dentro de los muros de la ciudad.
5.    Esto es algo, señor, que queremos ofrecerlo ante ti. 

III. DEBEMOS PONER EN ORDEN NUESTRAS PRIORIDADES (v.29-39)

“se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor”

A.   En el hogar (v.30). “Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos”.
1.    Este pueblo estaba rodeado por tribus y pueblos paganos que marchaban con un ritmo diferente.
2.    Lo más fácil para ellos hubiera sido mezclarse con ellos y perder su distinción.
3.    Pero ellos dijeron “no nos encogeremos los hombros, bostezaremos y diremos: no nos importa que nuestros hijos quieran mezclarse con cualquier tipo de gente, no nos importa lo que hagan nuestros hijos.

B.   En los negocios (v.31). “Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda”.
1.    Esta promesa no carecía de significado.
2.    Estos eran pueblos que tenían hambre y talvez no tenían otro día para comprar y vender.
3.    Ellos estaban dispuestos, cuando comenzara el día de reposo y observaran a los negociantes venir por las colinas de Jerusalén, decirles: “no abrimos hoy. Hablaremos con ustedes mañana”. 

C.   La casa de Dios (v.32-39) “no abandonaremos la casa de nuestro Dios”.

Neh 10:32 Nos impusimos además por ley, el cargo de contribuir cada año con la tercera parte de un siclo para la obra de la casa de nuestro Dios;(D) Neh 10:33  para el pan de la proposición y para la ofrenda continua, para el holocausto continuo, los días de reposo,[b] las nuevas lunas, las festividades, y para las cosas santificadas y los sacrificios de expiación por el pecado de Israel, y para todo el servicio de la casa de nuestro Dios.
Neh 10:34  Echamos también suertes los sacerdotes, los levitas y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley. Neh 10:35  Y que cada año traeríamos a la casa de Jehová las primicias de nuestra tierra, y las primicias del fruto de todo árbol.

Neh 10:36  Asimismo los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, como está escrito en la ley; y que traeríamos los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas a la casa de nuestro Dios, a los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios;(F) Neh 10:37  que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, y del vino y del aceite, para los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra para los levitas;(G) y que los levitas recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades
Neh 10:38  y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo(H) a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del tesoro. Neh 10:39  Porque a las cámaras del tesoro han de llevar los hijos de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del grano, del vino y del aceite; y allí estarán los utensilios del santuario, y los sacerdotes que ministran, los porteros y los cantores; y no abandonaremos la casa de nuestro Dios.





CONCLUSION:
A.   Debemos asumir un serio compromiso con Dios.
B.   Debemos asumir el marcar la diferencia con seriedad y discernimiento.
C.   Debemos de poner en orden nuestras prioridades.



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